UN BUEN COLCHÓN PARA PAREJAS: EL SECRETO DE LA FELICIDAD
Sobre el colchón pasamos más de la tercera parte de nuestro tiempo al día. Y eso es mucho compartir. Por eso, un buen colchón para parejas puede esconder las claves del secreto de la felicidad en la vida de pareja.
En las relaciones de pareja existe un elemento al que no se suele prestar mucha atención. Sí, nos estamos refiriendo al colchón.
Más allá de ser el lugar preferente para entrar en la más estrecha intimidad con nuestra pareja, sobre el colchón pasamos más de la tercera parte de nuestro tiempo al día. Y eso es mucho compartir. Por eso, un buen colchón para parejas puede esconder las claves del secreto de la felicidad en la vida de pareja. O al menos, contribuir a ella, en buena medida.
Esta es la característica principal. Un buen colchón para parejas está fabricado para presentar dos áreas de descanso perfectamente independientes la una de la otra. Todo ello sin afectar a la conformación general del colchón.
En cualquier cama matrimonial debe compensarse la diferencia de peso corporal, para que, en el casos de que uno de los miembros de la pareja pese más, esto no provoque la deformación general del colchón.
Se trata de evitar el denominado “efecto embudo” por el que el colchón se vence hacia el lado del durmiente de mayor peso. Esto no ocurre, lógicamente en el caso de un buen colchón para parejas. Pues su estructura interna presenta una clara separación entre las dos áreas de descanso.
La acumulación de calor en una cama matrimonial, y por ende, en el propio colchón, es superior a la de un colchón individual. Por eso es importante que el colchón matrimonial sea altamente transpirable. De otro modo, la sudoración acumulada por los dos durmientes puede acabar penetrando las fibras internas, además de provocar mayor sensación de calor.
Este punto se halla muy relacionado con el primer apartado. Una rigidez insuficiente en un colchón compartido, puede producir un descanso defectuoso. Y ello es debido a que las fuerzas que operan en el colchón para parejas pueden confluir generando zonas de mayor presión que otras.
Un buen colchón para parejas está fabricado de forma que la presión que ejerza el peso de uno de los durmientes no afecte a la zona de descanso del otro. Además la rigidez adecuada garantizará una posición recta de la espalda durante el sueño, sin dar lugar a dolores de espalda o sensación de descanso insuficiente al levantarnos.
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